dimecres, 5 de març del 2008

La detección del portero


Todos los “enfermos” del balonmano podemos disponer de multitud de artículos y ponencias sobre porteros. No voy a descubrir nada nuevo, creo, si hablo sobre el entrenamiento del portero en la iniciación, pero si plantearé una serie de puntos clave, para mí, de cara al entrenamiento en estas edades. Puntos clave que se irán publicando en posteriores comentarios.

Las edad de iniciación a menudo es entre infantiles y cadetes, aunque lo ideal sería detectar y trabajar con nuestros porteros y porteras desde alevines. Será preciso plantear una relación de objetivos y contenidos para el entrenamiento de nuestros porteros y porteras, pero permitidme una reflexión…


¿Tenemos porteros y porteras con los que trabajar?


DETECCIÓN DEL PORTERO


En categorías alevines e infantiles os bien aseguro, y es una gran responsabilidad, que será portero o portera quien vosotros, entrenadores, queráis. Es muy difícil que un jugador nos diga: “señor entrenador, yo quiero ser portero”. Estaría bien, ¿no? Y que además fuese muy bueno. Pero la realidad es distinta.


-
¿Pongo al gordito?

-
¿Pongo al más alto y con problemas de coordinación?

-
¿Pongo al bueno?

A pesar de la importancia que damos a la portería, a la última cuestión normalmente se contesta que también es un buen jugador de campo. Lo importante es provocar situaciones que motiven que los porteros aparezcan: si sabemos observar aparecerán seguro.


Tienen que sentirse importantes ante el resto de los jugadores, que los jugadores de campo tengan castigos que los porteros eluden o, aun mejor, que los jugadores reciban castigos causados por las paradas de los porteros. Pero es importante que los objetivos que deben conseguir los porteros sean alcanzables.


También es importante conseguir que de cada 3 lanzamientos, 2 sean paradas. Deben intervenir en numerosas ocasiones, para ser conscientes de lo cruciales que son sus intervenciones. Para eso podemos poner dificultades a los jugadores. Pero, a mi forma de ver, las dificultades deben ser reales, y me explico: particularmente no creo que sea bueno establecer un entrenamiento con pelotas de plástico para que el portero pare más, puesto que no son tontos ni tontas, y saben que ese balón no se lo encontrarán ni en el resto de entrenamientos ni mucho menos en los partidos.

Con estas herramientas, y alguna mas, en breve alguien os dirá eso de “¡Quiero ser portero!” y si el / la que os lo dice ha pasado por las pruebas anteriores… seguro que será bueno / buena. ¡A partir de ahí a trabajar!

RUBÉN GALINDO